EL
MONUMENTO PREHISTÓRICO QUE TODAVÍA NOS CONFUNDE: EL MISTERIO DE
STONEHENGE
* The mystery of Stonehenge
En
la planicie de Salisbury, al sur de Inglaterra, existe un conjunto de
enormes piedras labradas colocadas en formato circular. Este complejo
sobrevivió por miles de años hasta llegar a nuestros días. Quién
las colocó ahí, por qué y para qué es uno de los grandes
misterios de la Prehistoria.
Stonehenge
está formado por en una zanja de 6 m
de ancho y 1,4 a 2 m de profundidad, ya erosionada, cavada en el
terreno dibujando un círculo de 110 m de diámetro. La tierra
excavada fue amontonada formando un anillo interno a la zanja. Este
círculo se interrumpe en el lado noreste, dando lugar a una entrada
y una avenida que se extiende hasta el río Avon, a una distancia de
2780 m.
Dentro
de la zanja circular y anillo de tierra existe otro círculo, de 33 m
de diámetro, formado por enormes piedras de arenisca terciaria. Cada
piedra tiene unos 4,1 m de altura, 2,1 m de ancho y un grosor de 1,1
m; el ancho aumenta yendo hacia arriba, dando la ilusión óptica de
que no varía. Las caras internas de las piedras tienen una mejor
terminación que las externas. Están separadas por una distancia de
1 m entre cada una, y hoy están de pie un total de 17 piedras
verticales, lo que deja el círculo incompleto, pues se requerirían
30. Se calcula que cada piedra pesa unas 25 toneladas. Sobre estas
piedras están colocadas otras piedras horizontales, como dinteles,
cada una de ellas de unos 3,2 m de largo, 1 m de ancho y 0,8 m de
espesor. Los dinteles son curvos hacia adentro y están encajados con
lengüetas, hendiduras y protuberancias talladas en la piedra. La
altura total con los dinteles llega a los 4,9 m, y hay 6 dinteles al
presente, siendo necesarios también 30 para cerrar el círculo.
Dentro
de este círculo hay una segunda estructura de piedras aún más
altas, formando una herradura de 13,7 m de diámetro. La piedra más
alta tiene 6,7 m sobre el suelo (más 2,4 m bajo tierra) y pesa unas
50 toneladas. También tienen dinteles encajados con técnicas
complejas. Fueron trabajadas hasta conseguirse formas suaves y
regulares. Esta herradura interna es un poco diferente al círculo de
piedras en el sentido de que las piedras verticales están agrupadas
en pares, con un dintel encima de cada par; en este caso los dinteles
no se unían. De la herradura quedan en pie ocho piedras verticales
de un total de 10, y todavía sobreviven tres dinteles de un total de
cinco. La abertura de la herradura mira hacia la abertura de la zanja
circular, o sea, hacia la avenida.
Sobre la
avenida, fuera del la zanja circular, existe una llamativa piedra
solitaria, también de arenisca terciaria, de 4,8 m de alto por 2,4 m
de alto. También se ve que se han instalado otras piedras en el
complejo: entre la piedra solitaria de la avenida y las estructuras
centrales, justo al entrar al gran círculo formado por la zanja, hay
una piedra tumbada de 4,9 m de largo. Y en el medio de la herradura
interna hay otra gran piedra tumbada, de arenisca micácea verde y
seis toneladas.
También
dentro del círculo de piedras y de la herradura existen otras
piedras, menores, de un característico color azul. Tienen unos 2 m
de alto, 1,5 m da ancho y 0,8 m de espesor, y unas 4 toneladas. Son
piedras trabajadas de dolerita, riolita y ceniza volcánica.
Tocando
el borde interno de la zanja y su anillo de tierra existe un gran
rectángulo inscripto dentro del círculo, formado por dos piedras
verticales diametralmente opuestas y dos pequeños montículos de
tierra.
FOLKLORE
Henry
de Huntingdon fue el primero que registró por escrito la existencia
de Stonehenge, alrededor del año 1130. Y desde entonces ha recibido
todo tipo de interpretaciones. Algunas leyendas dicen que el Mago
Merlín lo construyó y lo transportó desde una montaña de Irlanda.
Otros decían que el responsable era el mismísimo Diablo. A Inigo
Jones le pareció que había trazos de arquitectura clásica, y en
1615 propuso que sus creadores habían sido los romanos. Más tarde
se pensó que era obra de los daneses. William Stukeley popularizó
en el siglo XVIII la idea de que fue construido por una secta
religiosa llamada druidas, y hasta hoy muchos de sus seguidores
intentan revivir los supuestos rituales. El folklore de tiempos
modernos habla, cuando no, de que es obra de extraterrestres que
habrían visitado la Tierra en tiempos prehistóricos, etc.
ARQUEOLOGÍA
EN STONEHENGE
En
1666 un anticuario llamado John Aubrey notó en el suelo del
lugar varios hoyos extraños. Pero las primeras excavaciones
arqueológicas de que se tienen noticia las realizó William
Cunnington, en 1798, investigando los cimientos. Junto con Richard
Hoare, en 1810, confirmó que muchas de las piedras tumbadas
estuvieron erguidas anteriormente. Otras piedras están
desaparecidas. En 1900 William Gowland determinó que los cimientos
fueron cavados usando picos hechos con cuernos de venado, y que las
piedras fueron talladas sólo después de traídas al lugar
definitivo.
En
1915 el terreno en que está
Stonehenge fue adquirido por el estado, y para 1919 comenzaron las
mayores excavaciones, por William Hawley y su asistente Robert
Newall. Trabajando hasta 1926, estudiaron sus varias partes y
propusieron que Stonehenge fue construido en diferentes etapas a lo
largo de diferentes épocas.
Descubrieron
más de los hoyos de Aubrey, en total
56, formando un círculo a lo largo del borde interno de la zanja
circular y anillo de tierra. Estos hoyos, de 1 m de profundidad y 0,8
m de diámetro, están rellenados pero no tienen señales de erosión,
lo que indica que fueron temporales. En las capas superiores de sus
rellenos existen fragmentos del tallado de las enormes piedras, pero
no en el fondo, lo que indica que estos 56 hoyos son más antiguos
que las estructuras de piedra.
En
1950 Richard Atkinson, Stuart Piggott y John Stone encontraron
otros hoyos menores, de 0,4 m de diámetro, en la entrada noreste, en
el centro del complejo, y en su parte sur. Y sobre todo, encontraron
muchos residuos de cremaciones y otros artefactos, de diferentes
épocas, lo que sirvió para fechar las diferentes partes de
Stonehenge.
En el
espacio que va desde la zanja y anillo de tierra hasta la estructura
circular de piedras hay otros dos círculos concéntricos, de 47 m y
37 m de diámetro, formado por hoyos. Estos hoyos contienen
artefactos romanos y también de la Edad de Hierro, o sea, hasta 3600
años atrás.
Otras
marcas en el suelo indican que las piedras azules formaban otra
configuración en el terreno antes de unos 3900 años a 4300 años
atrás.
Las
pruebas del carbono 14 radioactivo, del material de origen biológico
encontrado con las excavaciones, indican que los trabajos para
colocar las piedras fueron realizados en el periodo entre 4100 y 4600
años atrás, y que la avenida fue construida en esa época o más
recientemente.
Comparaciones petrográficas
muestran que las piedras de arenisca provienen de un sitio a 40 km
del lugar, y que las piedras azules fueron traídas desde 250 km de
distancia.
El
carbono 14 muestra que los residuos de cremaciones encontrados en el
círculo de 56 hoyos, que bordean internamente a la zanja y anillo de
tierra, tienen una edad de hasta 4900 años. Fragmentos de picos
hechos con cuernos de venado encontrados en la propia zanja circular
muestran una edad de 5100 años. Ésta debe ser la época en que
comenzó la construcción.
Y
para completar el panorama, fuera de la zanja circular se encontraron
cuatro hoyos, de 0,8 m de diámetro, que contienen restos de troncos
de pino que fueron clavados ahí como estacas. El carbono 14 muestra
la increíble edad de 10 000 años.
INTERPRETACIONES
Stonehenge
no es el único complejo prehistórico de zanjas, estacas y piedras
que existe en Inglaterra, pero sí el más espectacular. La
construcción de semejante obra se hace humanamente posible si se
consideran una enorme cantidad de obreros, el largo tiempo disponible
y tecnologías existentes ya desde la prehistoria, como por ejemplo
barcazas de río.
Se
presume que el Stonehenge actual fue construido en al menos tres
etapas diferentes, por al menos tres culturas diferentes: la última
fue la de las estructuras de piedra; la segunda, intermedia, podría
haber tenido una configuración semejante pero en madera; y la
primera y más antigua corresponde a la zanja circular y los 56 hoyos
iniciales que la bordean internamente.
En
1901 el famoso astrónomo Norman Lockyer mostró que una línea
trazada desde el centro hacia fuera por la avenida, pasando por la
piedra solitaria en ésta, corresponde a la posición del Sol en el
horizonte al amanecer del solsticio de verano. En 1963 Gerald Hawkins
propuso que existían muchos más alineamientos entre diferentes
partes del complejo, sugiriendo que Stonehenge era un complicado
computador usado para predecir eclipses lunares y solares. Otros,
como el cosmólogo Fred Hoyle decían que sólo en su primera etapa
Stonehenge fue usado como observatorio astronómico, y después se
convirtió en templo religioso cuando los usuarios sucumbieron al
misticismo.
Aún
hoy, en pleno siglo 21, el uso que se debe dar a Stonehenge está
en disputa. El lugar se ha convertido en uno de los principales
atractivos turísticos de Inglaterra, y la infraestructura que se
está instalando para canalizar el dinero de esos turistas, como
carreteras y centros para visitantes, genera críticas por parte de
los científicos, que desean preservar el lugar lo más intacto
posible. Por otro lado, el surgimiento de todo tipo de religiones y
cultos basados en pseudociencias y neomisticismos atrae a una enorme
cantidad de “peregrinos”, que reclaman su derecho de utilizar a
Stonehenge para expresar sus ideas y sentimientos, lo que genera
roces con los turistas más “normales” y por supuesto con los
científicos.
En este sentido, Stonehenge es en el presente una confusión. Y no sería sorprendente que haya sido confuso desde su mismo origen, porque, al final, fue construido por seres humanos. Lo único que podemos decir con seguridad es que el misterio de quiénes construyeron sus diferentes partes, por qué y para qué, persiste.
A. L.
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Publicado originalmente en ABC Color, el 20 de agosto de 2006. Fotografía: Stonehenge en sí es propiedad y está administrado por el English Heritage, mientras que la planicie circundante es propiedad del National Trust. Crédito de la fotografía: Frédéric Vincent (licencia original, de la fotografía únicamente, obtenida en: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es). Permiso otorgado por Johann Dreo en representación de Frédéric Vincent.